Seguramente no seré el único que habrá recibido una llamada de alguna compañía eléctrica, telefónica, etc., ofreciendo alguna oferta o que te cambies de compañía y te pongas con ellos.
Te llaman, se ponen a dar su discurso a toda prisa, con un ruido de fondo exagerado, que encima no te deja escuchar bien y, para colmo, te exigen que te pongas con ellos o, si no lo haces, que motivos tienes para no hacerlo, y encima, según quién te llame, se ponen pesados, y no siempre tiene uno los nervios listos para soportar semejante ultraje.
La mayoría de las veces suelen ser personas llegadas de otro país, y aunque no tengo nada en contra de ellos, pues también se tienen que ganar su sueldo, hay quienes tienen una vocalización un tanto "extraña", que aún hace más costoso el entender lo que quieren comunicar, con el agravio a un servidor que, ante tanto "inoportunismo", decide colgar cuando no se les entiende (sí, ya se que es una falta de educación), o hacerles entender que no interesa la oferta que ofrecen por muy tentadora que sea.
La culpa o responsabilidad no son de ellos, pues como he dicho antes, hacen su trabajo. El problema es que está legalmente establecido el que se pueda hacer este tipo de llamadas, cuando personalmente se puede llegar a considerar tanto un acoso como una desfachatez de la propia compañía que hace la llamada. Si estas empresas están en guerras de precios entre ellos, que busquen alternativas, pero que dejen al posible cliente tranquilo y encuentren otras formas menos agresivas para informar de sus ofetas.
P.D.: Esto que he comentado, también se puede considerar en el caso de los comerciales que van puerta a puerta.